<>
Índice

El Lugar del Ocultismo en la Vida Espiritual. Parte I El Valor de las Experiencias Ocultas

El Lugar del Ocultismo en la Vida Espiritual. Parte I El Valor de las Experiencias Ocultas

El Lugar del Ocultismo en la Vida Espiritual

Parte I
El Valor de las Experiencias Ocultas

El desarrollo de poderes paranormales ayudan o impiden la liberación

El sendero espiritual que conduce hacia la liberación de la consciencia implica un desarrollo de muchas aptitudes, capacidades, muchas veces paranormales que están latentes en el alma humana. Este desarrollo acrecienta el campo y el alcance de la consciencia humana. Estos nuevos elementos cumplen a menudo un importante papel al ayudar, también al impedir la liberación espiritual de la consciencia. Por lo tanto, el aspirante no sólo tiene que comprender el valor de experiencias tales como los sueños insólitos, los sueños significativos, las visiones, los viajes astrales y las vislumbres del mundo sutil, sino que también tiene que aprender a diferenciar las experiencias realmente ocultas de aquellas que son  alucinaciones o experiencias falsas, engañosas.

El desdén hacia lo oculto nace de la ignorancia

Aunque se acostumbre a exagerar la importancia de las experiencias ocultas, no es raro que se dude de su validez y se las trate con el desdén que suele atribuírsele a todas las formas de aberraciones o anormalidades mentales. Por supuesto, la actitud despreciativa respecto de las experiencias ocultas es muy pronunciada en quienes ni siquiera conocen directamente lo elemental de las ciencias ocultas. Al ego le duele admitir, le duele  pensar que pudiera haber vastos e inexplorados campos del universo accesibles tan sólo a un número limitado de personas, y del que uno resultara excluido. El inmerecido desprecio que el ocultismo a veces recibe es casi siempre la consecuencia de una profunda ignorancia acerca de su real significado de estas experiencias ocultas. Esta actitud despreciativa, desdeñosa difiere, por supuesto, de una actitud que tiene que ser cauta y  necesariamente crítica. Quienes adoptan una actitud  de cautela, de observación, y poseen humildad y criterio amplio, están siempre dispuestos a reconocer, también admitir los fenómenos ocultos cuando éstos realmente  ocurren.

Algunos sueños tienen significado espiritual

Habitualmente el aspirante, el buscador de conocimiento,  es ayudado con medios corrientes por el Maestro Perfecto, quien prefiere llevarlo velado a lo largo del sendero espiritual. Pero cuando hay indicaciones específicas, también puede usar técnicas ocultas para ayudarlo. Los sueños de carácter especial se hallan entre los métodos utilizados para tomar contacto con la vida más profunda del aspirante a la Verdad. No es un hecho raro que los Maestros efectúen su primer contacto con los aspirantes por ejemplo apareciéndoseles en sus sueños. Sin embargo, hay que diferenciar cuidadosamente estos sueños de los sueños comunes y corrientes, cotidianos. En los sueños corrientes, el cuerpo sutil está en actividad al ejercer sus funciones de la vista, el gusto, el olfato, el tacto y el oído, pero el alma no está usando con total consciencia al cuerpo sutil. Puesto que estas experiencias durante los sueños corrientes se reciben inconscientemente, en la mayoría de los casos son puramente subjetivas, generalmente relacionadas con actividades físicas, con actividades concernientes al mundo físico, al mundo  material, son creaciones de sanskaras emergentes almacenados en la mente. Sin embargo, en algunos casos, un sueño que no se puede distinguir de los sueños comunes y corrientes puede ser el reflejo, en el inconsciente, de alguna experiencia objetiva del mundo sutil, y no solamente un producto de la fantasía.

Sueños poco comunes

En su mayoría, los sueños son experiencias puramente subjetivas e inconscientes del cuerpo sutil. No tienen significados espirituales especiales, salvo que pueden ser ocasiones para forjar nuevos sanskaras, gastar  viejos sanskaras, y que ocasionalmente arrojan la luz sobre complejos ocultos y problemas no encarados de nuestra personalidad. Estos sueños nunca pueden incluir algo que, de algún modo, no forme parte de la experiencia pasada de la persona. Dan campo a la novedad solamente respecto de nuevos detalles combinados que ya hicieron su aparición en la experiencia pasada. Estos sueños poco comunes se refieren a personas y cosas desconocidas en esta vida, pero conocidas en alguna otra vidas pasadas. Sin embargo, más fuera de lo común son los sueños sobre personas y cosas que nunca aparecieron en esta vida ni en vidas anteriores, pero que van a aparecer en esta vida en el futuro. De manera que los sueños comunes son totalmente diferentes de los que tienen algún significado oculto.

Los inicios de la experiencia oculta

Cuando el aspirante a la Verdad  está desarrollando sus facultades paranormales, muy frecuentemente tiene ocasionales experiencias místicas del mundo sutil en forma de significativas visiones como por ejemplo  luces, colores, sonidos, aromas o contactos. Estas experiencias son esporádicas al principio, y es probable que el aspirante considere que son alucinaciones. Pero, aunque las trate como tales, le resulta imposible resistir su influencia directa debido a la potencia intrínseca que poseen. Sin embargo, la jornada espiritual se torna más suave si el aspirante aprende a cultivar una actitud correcta respecto de las experiencias ocultas, la cual consiste en valorarlas por lo que realmente son. Esta actitud equilibrada es precisamente lo que al aspirante le resulta difícil mantener en las etapas iniciales.

La actitud equilibrada es difícil de mantener

El principiante tiende a exagerar la importancia de sus vislumbres en los mundos internos y a desarrollar un ingobernable deseo de que estas experiencias se repitan una y otra vez, o bien las considera fenómenos anormales y subestima su importancia. De estas dos opciones, la actitud de exagerar la importancia de las experiencias ocultas es la más común porque la novedad, la rareza de las experiencias ocultas son factores que contribuyen a asignarles una importancia desmedida, abrumadora.

El ansia de experiencias ocultas

De hecho, el ego del buscador de la verdad tiende a apegarse a este nuevo campo que se le revela, el cual le hace creer que es una persona fuera de lo común, una persona especial a la que se le concedió un privilegio exclusivo, y en la medida que tiene más experiencias, la persona deseará abarcarlas más y más. También se habitúa a depender de un incentivo oculto para cada paso que da en el sendero, tal como quienes consumen drogas y se hacen adictos a ellas, necesitan un estímulo hasta para hacer cosas que anteriormente podían hacer sin este estímulo. A fin de evitarle este peligro al buscador, el Maestro se esmera en no satisfacer sus nuevos deseos de experiencias ocultas. Le concede estas experiencias siempre y cuando sean absolutamente necesarias a los fines espirituales, pero no cuando el aspirante las pide, las requiere o las quiere.

Cómo el Maestro trata el deseo de experiencias ocultas

Si el Maestro descubre que el aspirante da indebida importancia a las experiencias ocultas o desarrolla un deseo ingobernable sobre ellas, también puede ocuparse de este obstáculo de acuerdo con su propio método, debilitando a veces o anulando las experiencias ocultas que se convirtieron en la base de una búsqueda falsa, de una búsqueda engañosa. Esto es como aliviar inmediatamente a un paciente extrayendo quirúrgicamente la causa de una afección física. Su finalidad es proteger al buscador de conocimiento de que forje nuevas cadenas que lo limiten. En ninguna circunstancia permitirá que el aspirante a la verdad  quede atrapado en valores falsos, en valores inútiles, en  búsquedas sin ningún tipo de valor. Ya que estas experiencias sólo harán que se extravíe y que se retrase innecesariamente para llegar a la meta final, a la meta  real, la cual consiste en iniciarse en la verdadera vida del espíritu. La introducción del aspirante en los fenómenos ocultos es necesariamente un proceso muy gradual y también prolongado. El Maestro jamás demuestra prisa, jamás demuestra apuro porque son muy pocas las personas que están en verdad preparadas para soportar la ampliación de su experiencia en estas nuevas dimensiones.

La validez de la experiencia oculta

La aparición de los fenómenos ocultos es muy esporádica en las etapas iniciales, y a veces el buscador de la verdad  duda de su validez, tratándolas con precaución a fin de excluir la posibilidad de estar engañándose. Pero las experiencias ocultas suelen tener pruebas inequívocas de su validez, las cuales, aunque no sean evidentes, obligan a ser respetadas, a prestarles debida atención por el significado fuera de lo común, también  por la alegría, por la paz y por su valor directivo intrínseco. Principalmente debido a estas características, el aspirante puede diferenciar las experiencias ocultas reales de aquellas que son  alucinaciones o experiencias falsas.

Lo oculto se diferencia de las alucinaciones y las experiencias engañosas

Las alucinaciones son percepciones erróneas y consisten en ver y oír cosas que en realidad no existen. Aunque en este aspecto se diferencian claramente de cosas meramente imaginarias, siguen siendo objetos de duda a pesar de su semejanza con las percepciones normales. Las experiencias engañosas son aún más falsas, falaces, mentirosas porque consisten no sólo en ver cosas que en realidad no existen sino también en que se tiene una total convicción de su existencia. Sin embargo, las alucinaciones y las experiencias falsas no procuran ni dicha, ni paz extraordinaria a la persona que las experimenta. La alegría y la paz que acompañan a las reales experiencias ocultas son criterios justamente confiables por los que se las distingue como genuinas. Las alucinaciones son pesadillas de la consciencia despierta.

El aspirante debe desarrollar confianza en sí mismo

Aunque a la experiencia oculta real se la pueda diferenciar claramente de las ilusorias, su poder y su eficacia se resienten si es objeto de duda. Esto puede suceder cuando la persona que tuvo la experiencia comenta la cuestión con otros que, debido a que son incapaces de comprender estas cosas, opinan en contrario y lo confunden, debilitando su convicción. Por esta razón, el Maestro suele pedir al discípulo que mantenga sus experiencias en estricto secreto, que no divulgue. Es probable que hasta una experiencia profunda se debilite cuando otros la contradicen y se muestran escépticos, a no ser que el aspirante haya aprendido a atenerse a su propia experiencia interior independientemente de lo que los demás piensen o digan acerca de eso. Si el aspirante ha de progresar rápidamente y aprovechar más la ayuda del Maestro, deberá desarrollar una confianza inmensa, inquebrantable en sí mismo y en su Maestro. No deberá buscar que sean los demás quienes lo guíen porque serán muy pocos los que comprenderán sus problemas o sus experiencias. En verdad, el aspirante deberá estar dispuesto a afrontar la posibilidad de que sus amigos, sus parientes cercanos no lo comprendan, pues es probable que ellos ignoren los fundamentos de sus ideas y los fundamentos de su curso de acción.

El efecto de la duda sobre la experiencia oculta

Si en el momento en  que la experiencia oculta ocurre, ésta fue útil para dar un nuevo impulso al esfuerzo espiritual, a menudo no importa si el aspirante la analiza retrospectivamente y piensa que se trata de una forma de ilusión. Sin embargo, hay algunas experiencias ocultas que son concedidas deliberadamente al buscador para que sean fuentes permanentes de inspiración y fuentes permanentes  guía. Respecto a estas experiencias especiales, es necesario que el aspirante cese de dudar de su validez y de su  importancia.

La actitud general de buscar interminables corroboraciones de las experiencias ocultas no es sana, no es buena  en absoluto, y el Maestro sólo las ratifica cuando lo considera necesario. Además, es el maestro quien toma la iniciativa del modo que mejor  juzgue mejor en cada situación que se da. Cuanto él hace es producto de su libre accionar, de su libertad y de ninguna manera se relaciona con, ni depende de expectativa alguna por parte del buscador, por parte del aspirante. Pero cuando es espiritualmente necesario, el Maestro incrementa ciertamente la eficacia de la experiencia oculta, confirmando así su validez y su autoridad mediante alguna ratificación directa o indirecta valiéndose para ello, de la habitual gama de experiencias que puede tener el aspirante.

Los viajes astrales

En las etapas de avance que llevan al inicio del sendero, el aspirante se prepara espiritualmente para que se le confíe el libre uso de las fuerzas del mundo interno referido a los cuerpos astrales. Entonces puede emprender viajes astrales en su cuerpo astral, dejando al cuerpo físico dormido o a veces despierto. Los viajes astrales hechos inconscientemente son mucho menos importantes que los que se emprenden con plena consciencia y como resultado de una actitud deliberada. Esto implica el uso consciente del cuerpo astral. La separación consciente del cuerpo astral respecto del cuerpo físico externo tiene su propio valor al hacer que el alma se sienta diferente del cuerpo físico y llegue a controlarlo más plenamente. Podemos ponernos y quitarnos el cuerpo físico externo a voluntad, como si fuera una capa, y usar el cuerpo astral para tener experiencias en el mundo interno del astral y viajar por él, siempre y cuando sea necesario.

La esfera de acción se amplía para avanzar

Las visiones, los aromas, los gustos, contactos y sonidos que se experimentan mediante el uso consciente del cuerpo astral son claros y definidos, como las experiencias que se obtienen mediante el uso consciente del cuerpo físico. No son vagos, no son subjetivos, como en los sueños comunes y corrientes, sino tan objetivos y tan eficaces como las experiencias de la consciencia despierta. Por lo tanto, la capacidad para emprender viajes astrales implica una considerable expansión de la esfera de acción de nuestra experiencia, y nos da oportunidades para promover nuestro avance espiritual, el cual comienza con la involución de la consciencia.

La experiencia oculta no reemplaza al esfuerzo interno

El dominio de las fuerzas ocultas de ningún modo ha de considerarse como un sustituto del esfuerzo interno que el aspirante debe hacer para un avance mayor. Cuando las experiencias ocultas son dones de un Maestro o de  almas espiritualmente avanzadas, resultan útiles para quitar el velo de gran parte de la intuición hasta aquí oscurecida, eliminando algunas dificultades en el sendero espiritual y también  llenando al aspirante de gran confianza y entusiasmo, los cuales son necesarios para hacer frente a las nuevas exigencias que surgen en  cada etapa. Sin embargo, el aspirante avanza realmente poniendo en práctica las mejores intuiciones de su corazón, sin ser un receptor pasivo de experiencias ocultas.