<>
Índice

Las Tribulaciones del Nuevo Orden del Mundo

Las Tribulaciones del Nuevo Orden del Mundo

Las Tribulaciones del Nuevo Orden del Mundo

Una tempestad a escala mundial

La tempestad del mundo, que ha ido adquiriendo cada vez mayor fuerza, se encuentra en su apogeo, en su momento más crítico y está destinada a provocar un desastre universal cuando llegue a su cima, cuando llegue a su culminación. En la constante persecución del bienestar material, todas las injusticias asumieron fantásticas proporciones y los variados intereses humanos acentuaron tanto sus diferencias que han precipitado un marcado conflicto desproporcionado. La humanidad no ha sabido resolver sus problemas individuales y sus problemas sociales, y la prueba del fracaso está aquí frente a nosotros, muy claramente expuesta. La incapacidad de las personas para resolver en forma constructiva y creativa sus problemas, revela una trágica deficiencia para comprender, para entender correctamente la naturaleza de base del hombre, su naturaleza esencial y tampoco tiene capacidades para poder ver entender, ver, darse cuenta, cual es el verdadero propósito de la vida.

El conflicto entre las fuerzas de la luz y de la oscuridad

El mundo está presenciando un agudo conflicto entre las fuerzas de la luz y las fuerzas de las tinieblas. Por una parte, hay personas egoístas que buscan ciegamente su felicidad mediante sed de poder, una codicia desenfrenada y un odio insaciable. Al no conocer el propósito real de la vida, se han hundido en el nivel más bajo de la civilización. Entierran a su ser superior entre ruinas, formas que se desmoronan y que persisten desde un pasado muerto. Ligados a intereses materialistas, a formas y concepciones limitadas, se olvidan de su destino divino. Estas personas se han extraviado, el odio y el rencor desgarran y hacen estragos en sus corazones. Por otra parte, hay personas que descubren su ser superior innato soportando dolores y penurias, y trabajan y obran noblemente con valentía y sacrificio. La guerra actual está enseñando al hombre a ser valiente y ser capaz de sufrir, comprender y sacrificarse.

Es necesario curar el egoísmo

El egoísmo es una enfermedad de la humanidad que necesitará una cura de aplicación universal, global y también esta cura deberá tener un carácter drástico. El egoísmo se halla tan profundamente arraigado que sólo podrá ser erradicado si se lo ataca por muchos lados diferentes, desde distintas perspectivas. La paz y la felicidad reales, verdaderas aparecerán espontáneamente cuando el egoísmo sea eliminado. La paz y la felicidad que provienen de un amor abnegado son permanentes. Aun los peores pecadores pueden llegar a ser grandes santos si tienen valentía y sinceridad para desarrollar, para promover en sus corazones un cambio drástico, un cambio completo.

El hombre enfermará de deseos, codicia y odio

El caos y la destrucción actual sumergirá al mundo entero, sin embargo en el futuro le va seguir un prolongado período donde no  habrá guerras. Los sufrimientos y aflicciones pasajeras de nuestra época valdrán la pena soportarlos en función de un posterior y largo período de felicidad. ¿Adónde conducirá el caos actual? ¿Cómo terminará todo esto? Puede terminar de un solo modo: la humanidad se enfermará de todo eso. El hombre enfermará de deseos y luchas que son producto del odio. La codicia y el odio alcanzarán tal intensidad que todos los hombres se cansarán de ambas cosas: de la codicia y del odio. La salida de este conflicto que está en punto muerto se hallará por medio del altruismo, por medio de actitudes altruistas. La única opción que traerá una solución será dejar de odiar para comenzar amar, dejar de desear cosas para empezar a darlas, y dejar de dominar, de someter para servir.

El sufrimiento genera comprensión

Un gran sufrimiento despierta una gran comprensión. El sufrimiento supremo cumple su propósito y pone de manifiesto su verdadero significado cuando despierta a la humanidad exhausta y desarrolla un anhelo genuino un anhelo de real comprensión. Un sufrimiento sin precedentes genera un crecimiento espiritual sin precedentes. Contribuye a construir la vida sobre el inconmovible cimiento de la Verdad. Ya es tiempo de que el sufrimiento universal acelere a la humanidad hacia la crítica coyuntura de su historia espiritual. Ya es tiempo de que la humanidad se enfrente a las verdaderas causas de esta catástrofe que la desborda. Ya es tiempo de buscar una nueva experiencia de la Realidad. Saber que la vida es real y eterna es heredar una felicidad imperecedera. Ya es tiempo de que el hombre obtenga esta Realización uniéndose con su propio Ser, con su verdadero ser, con su verdadero yo.

La afirmación de la Verdad

Unificándose con el Ser superior, el hombre percibe al Ser infinito en todos los seres. Se libera superando y desechando las limitaciones de la vida del ego. El alma individual tiene que realizar con plena consciencia su identidad con el Alma universal. El hombre reorientará su vida bajo la luz de esta antigua Verdad y va a readaptar su actitud con el prójimo en cada día de su vida, en  la  cotidianidad. Percibir el valor espiritual de la unidad, de la unicidad es promover la cooperación real, la unidad de todo. La fraternidad surge espontáneamente entonces como una consecuencia natural de la verdadera percepción. Esta nueva vida, basada en la comprensión real, en la comprensión espiritual, es una afirmación de la Verdad, de la única Verdad. No es algo utópico sino completamente práctico. Ahora que la humanidad cayó en la hoguera de conflictos sangrientos, por medio de inmensas angustias está experimentando una  inestabilidad y una futilidad de una vida basada en concepciones materialistas. Ya está cercana la hora en que el hombre, que está ávido de una felicidad real, de una felicidad verdadera, va buscar su verdadero origen.

Heredar el amor divino por medio del Dios-Hombre

También está maduro el tiempo en el que la humanidad buscará fervientemente tomar contacto con la encarnación de la Verdad en el cuerpo del Dios-Hombre, del Avatar, por medio del cual su comprensión espiritual será inspirada y será elevada, entonces aceptará la guía de la divina autoridad. Solo el amor divino podrá producir este despertar espiritual. En esta hora crítica de gran sufrimiento universal, la humanidad se está aprestando a volverse hacia su Yo superior, a cumplir la voluntad de Dios. El amor divino realizará el milagro supremo de introducir a Dios en el corazón del hombre y de establecerlo en la felicidad duradera, una felicidad real, verdadera. Este amor va a satisfacer las más grandes necesidades y anhelos de la humanidad. El amor divino hará que las personas sean desinteresadas, serviciales en sus relaciones y producirá la solución final a todos los problemas. Esta nueva hermandad sobre la Tierra será un hecho concreto, y las naciones se unirán en esta fraternidad del Amor y la Verdad.

Mi existencia tiene por objeto este Amor, esta Verdad. Y a la humanidad que sufre le digo:

Tengan esperanza. He venido a ayudarlos para que se entreguen a la causa de Dios y acepten la gracia de Amor, la gracia  de Verdad. He venido para ayudarles a ganar la única victoria de todas las victorias: ganar su Ser, su Ser Real.