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La Verdad es de Dios, la Ley es de la Ilusión

La Verdad es de Dios, la Ley es de la Ilusión

La Verdad es de Dios, la Ley es de la Ilusión

Hay dos cosas: Verdad y Ley.
La Verdad pertenece a Dios, la Ley pertenece a la Ilusión.
La Ilusión es infinitamente vasta aunque está gobernada por la Ley. La ‘ley de causa y efecto’, a la que nadie puede escapar, pertenece a esta Ley.
La Ley es atadura. La Verdad es Libertad.
La Ley sostiene a la Ignorancia. La Verdad sostiene a la Realidad.
La Ley gobierna la imaginación que los ata a la Ilusión.
La Verdad los libera de la Ilusión.

Si bien es la naturaleza de la imaginación vagar desordenadamente, ella está restringida al patrón definido y minuciosamente preciso de las ataduras creadas y sostenidas por la ley de la esclavitud.

En el momento en que el imaginar cesa, las cadenas de la Ley se rompen y se experimenta la Libertad en la realización de la Verdad.

Es imposible para uno superar por sí mismo la operación de la Ley y fundirse en la Verdad. Sólo aquellos que son uno con Dios pueden conducirlos más allá de los límites de la Ley y proporcionarles la experiencia de la Libertad, que es la Verdad.