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La mente inquisitiva

La mente inquisitiva

La mente inquisitiva

Su amor y su fe los han traído desde cientos de millas para estar conmigo por unas pocas horas. Aunque les envié decir que no deben hacerme preguntas, sé que algunos de ustedes están sólo esperando la oportunidad de preguntar algo. Es la naturaleza de la mente seguir preguntando. Pero el amor no hace preguntas; no busca sino la voluntad del Amado.
La mente quiere saber lo que está más allá de la mente. Para saber lo que está más allá de la mente, la mente debe irse, desvanecerse, sin dejar vestigio alguno de sí misma. Lo humorístico de esto es que, la mente, que es finita, quiere retenerse a sí misma y aun así conocer la Verdad, que es infinita. Esta es la postura de los que buscan la Verdad a través del intelecto. Pocos captan este hecho, y por eso, la mayoría busca a tientas y lucha en vano.
Es fácil hacer preguntas, pero se necesita una preparación anterior para captar lo que explico. Los que tienen la autoridad para preguntar y la capacidad para comprender, no preguntan. Comprenden que Dios es incomprensible y está más allá del alcance de la mente que pregunta.
Todo el mundo quiere ser feliz. Cada uno de ustedes busca la felicidad de una forma u otra y encuentra invariablemente insatisfacción y decepción. En realidad ustedes son la Dicha misma, pero ¡qué comedia representa la Ilusión ante ustedes, qué burla les hace para que sean conscientes de ello!
Uno de mis amantes se ha quejado, “Baba, he llevado una vida pura y aun así he tenido que sufrir mucho”. Quizás otros de ustedes tengan una queja similar; pero sólo pueden tenerla porque no tienen idea del propósito que hay detrás de todo ello. No quiero decir que deban invitar al sufrimiento; quiero decir, no teman al sufrimiento o culpen a nadie por este.
Conforme a la Ley que gobierna el universo, todo sufrimiento es vuestra labor de amor para develar su Ser Real. En comparación con la Dicha Infinita que se experimenta al lograr el estado de Yo-soy-Dios, todo el sufrimiento y agonía por los que se atraviesa equivale prácticamente a nada. Yo soy la Fuente de Dicha Infinita. Para atraerlos a mí y hacerlos darse cuenta que son la Dicha Misma, Yo vengo entre ustedes y sufro agonía infinita.
Yo soy el Antiguo. Cuando digo Yo soy Dios no es porque he pensado en ello y he llegado a la conclusión de que soy Dios, sé que es así. Muchos consideran blasfemia decir que uno es Dios; pero en verdad sería blasfemo para mí decir que no soy Dios.
Cuando ustedes dicen, soy hombre, no es cuestión de posibilidad o probabilidad. No hay duda en su mente. Ninguna corroboración es necesaria y ninguna contradicción podría afectar esto. Es una cuestión de certeza suprema para ustedes. Supongan que pudieran descender al nivel de la consciencia animal conservando al mismo tiempo la consciencia humana. Lo que transmitirían al animal sería, soy un hombre. Soy un hombre y un día tú también serás hombre. He bajado a su nivel de consciencia conservando al mismo tiempo la Consciencia Infinita; y repetidamente les digo que soy Dios para ayudarlos a saber que ustedes también son Dios. Yo soy Dios y cada uno y cada cosa no es sino Dios, y un día cada uno y cada cosa también llegará a ser Dios conscientemente.
El mayor pecado es la hipocresía. El mayor hipócrita es aquel que, siéndolo, pide a otros que no lo sean. Quiero que todos ustedes sean honestos. No deben pretender ser lo que no son.
Uno de ustedes ha dicho, “Baba, cumplo con mi deber honestamente y aun así no soy feliz”. ¿A quién se debe culpar por esto? ¿Se aprovecha Dios de mi debilidad? Estoy contento con su franqueza, pero aún deben alcanzar esa honestidad que les mostrará que no pueden culpar a nadie de su condición. Lo que sea que quieran ser, en eso se convierten. No obstante, si quieren culpar a alguien, cúlpenme a mí, ya que de mí ha surgido todo el universo y por eso soy el único que puede ser culpado. Pero no tienen idea alguna de mi amor y compasión que sostiene a vuestro ser. En el amor hay compasión infinita, y todo lo que sucede ya está templado por la compasión. No pueden entender esto a menos que vayan más allá del alcance de la mente.
Si me llegara a aprovechar de sus debilidades sería sólo para su provecho. La debilidad no es sino un grado de fortaleza. Como Vida Infinita, me experimento como todos y todo; disfruto y sufro a través de ustedes para hacerlos conscientes de que son el Infinito.
¿Por qué no habrían de ser felices? ¿Qué necesidad los ata a la infelicidad? La atadura es auto-creada. Puede ser superada si realmente quieren llegar a ser libres. Ustedes son su propio obstáculo para la libertad, y meramente desear la libertad no basta. Lo que importa no es lo que piensan o dicen, sino lo que sinceramente sienten internamente. Si quieren a Dios, deben querer a Dios solamente. Es posible alcanzar a Dios si quieren experimentar la Verdad. Y ¿cuál es el precio? Su propia existencia separada. Cuando entregan toda falsedad, heredan la Verdad que realmente son.
La Verdad está más allá del alcance de la mente. Es una cuestión de experiencia. La mente es muy evasiva y crea innumerables excusas para atraparlos. Los hace decir, no puedo vivir sólo para Dios. Tengo mi deber hacia mi familia, hacia la sociedad, la nación y el mundo. Y así, son atraídos más hacia la ilusión que hacia la Verdad.
La Verdad es simple, pero la Ilusión la hace infinitamente intrincada. Es rara la persona que posee un anhelo insaciable por la Verdad; el resto permite a la Ilusión atarlos siempre más y más. Sólo Dios es Real, y todo lo demás que ven y sienten no es sino una serie de nadas.
Yo soy Conocimiento, Poder y Dicha Infinitos. Puedo hacer a cualquiera comprender a Dios si decido hacerlo. Podrán preguntar, ¿por qué no hacerme comprender a Dios ahora? ¿Pero por qué deberías ser tú? ¿Por qué no la persona que está a tu lado, o aquel hombre en la calle, o aquel pájaro que está en el árbol, o esa piedra que son todos uno en diferentes formas? Cuanto más me amen más pronto desecharán la falsedad bajo la cual han escogido esconderse, que los embauca para creer que son lo que no son. Yo estoy en todo y amo todo por igual. Su amor por mí atravesará su falsedad y los hará comprender el Ser que verdaderamente son.
La mera comprensión intelectual no trae a Dios más cerca de ustedes. Es el amor, no el preguntar, lo que traerá a Dios hacia ustedes. El preguntar alimenta al orgullo y a la separación. Entonces no hagan preguntas, sino esfuércense para convertirse en ‘esclavos’ del Maestro Perfecto.
Cuando su vida presenta una imagen honesta y sincera de su mente y corazón, tan sólo un abrazo de un Maestro Perfecto bastará para avivar el espíritu. Cuando Yo, el Antiguo, los abrazo, despierto algo dentro de ustedes que crece gradualmente. Es la semilla del Amor que he sembrado. Hay un largo período y una gran distancia entre la germinación de la semilla y su florecimiento y fructificación. En realidad la Meta no está ni lejos ni cerca y no hay distancia que atravesar ni tiempo que contar. En la Eternidad todo es aquí y ahora. Simplemente tienen que volverse lo que son. Ustedes son Dios, la Existencia Infinita.