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Rama - El trabajo espiritual de Rama durante su exilio

Rama - El trabajo espiritual de Rama durante su exilio

Rama

Parte 2

El trabajo espiritual de Rama durante su exilio

Rama, Sita y Laksmana se marcharon de la colina de Chitrakuta debido a que era aterrorizada por un demonio; se trataba del hermano menor de Ravana. Los tres se internaron en Dandaka Forest (Bosque de Dandaka) y allí combatieron contra muchos otros demonios. Es de suponer que sea simbólica la imagen de “demonios” como aparecen a lo largo del Ramayana, pero concretamente el Avatar “limpia” el universo en muchos niveles, muchos de los cuales simplemente no los podemos entender. Por ejemplo, “en otras ocasiones Baba mencionó que Ram, estando en el exilio, trabajó mucho con los masts en la jungla. Estas personas ebrias de Dios, como son los masts, siempre existen en la Tierra, especialmente en Oriente, y durante los advenimientos avatáricos ellos son contactados por Dios personificado.”11  

No podemos comprender en qué escala los Avatares emprenden la limpieza espiritual, pero este “trabajo de lavado” forma parte integral de la misión de cada Avatar. Además del trabajo con los masts, Meher Baba estuvo físicamente en el cuerpo durante dos guerras mundiales, las Revoluciones Rusa y China, las guerras de Corea y de Vietnam, y la expulsión de las colonias europeas de Asia, incluyendo el movimiento de independencia en India. Mahoma unió a los clanes árabes rebeldes bajo el estandarte de Dios y exigió a sus seguidores que se casaran con las mujeres en lugar de usarlas como bienes muebles. Jesús invitó a la tentación para limpiar al mundo de varias tentaciones y limpió de sus enfermedades a leprosos y dementes. Bhau Kalchuri escribe esto:

El Señor Ram trabajó con los masts durante catorce años mientras estuvo exiliado en la jungla; y es probable que Jesús haya trabajado con los masts durante los años que estuvo viajando por India, Persia y otros lugares. Durante el advenimiento de Ram, el vocablo “mast” no existía porque es un término árabe o persa. En la época de Ram, a los ebrios de Dios y a los hombres y mujeres absortos en Dios se los llamaba “rishis” –sabios o “santos”– hombres sagrados o santos, o bien, “munis”–silenciosos, recoletos, ermitaños, y también anacoretas.12

Los numerosos contactos de Rama durante su exilio

Durante sus desplazamientos, Rama tuvo contacto con muchas clases de personas, incluyendo gente común, sabios y ascetas, y a los denominados “demonios”. Estos contactos forman ahora parte permanente de la leyenda de Rama. Bhau Kalchuri narra uno de estos encuentros: “La mención de los pies de Ram se refiere a la historia de cómo un día Ram pisó una piedra y la convirtió en la mujer Ahilya, quien se volvió piedra después de caer, siglos atrás, del cuarto plano. Ram la había redimido.”13

Baba relató la siguiente historia relacionada con la devoción a Rama:

Una vez, en la época de Rama, un yogui hizo penitencia durante cien años. Había otro hombre que amaba al Maestro. No hacía penitencia ni ayunaba. Solamente amaba a Rama. Un día el Maestro se internó en la jungla. El primer yogui abrió los ojos y le dijo: “Oh Rama, ¿cuándo voy a ver tu rostro sin forma?” Rama le contestó: “Dentro de cincuenta años”. El yogui se decepcionó terriblemente y le dijo: “¡Hice penitencia durante cien años y sufrí mucho, y todavía tengo que esperar cincuenta años!” 

Al día siguiente el Maestro saludó al devoto feliz, y este ser amoroso le preguntó: “Oh Rama, ¿cuándo voy a ver tu estado sin forma?” Rama replicó: “Dentro de cincuenta vidas”. El devoto le dijo: “¡Qué pronto!” Y acto seguido se sumió en un éxtasis tal que murió; y cuando estaba muriendo, vio el estado sin forma de Rama.14

En India hay una tradición según la cual no deberíamos rechazar a un mendigo que golpee en nuestra puerta porque podría ser el Mismo Señor Rama que pasó catorce años en el exilio y recibió la comida de manos de los dueños de casa y de los ermitaños del bosque. Durante la Nueva Vida, Meher Baba mantuvo viva esta tradición mendigando personalmente la comida a los dueños de casa. Sólo podemos especular sobre el significado de la Nueva Vida en este advenimiento del Avatar. Baba no alentó el ascetismo en los occidentales y, de hecho, criticó a la mayoría de los sadhus y sanyasis (ascetas) de India como personas que simplemente evadían las responsabilidades de la vida en vez de ser almas auténticamente avanzadas. El Avatar nos recuerda constantemente: “Haz lo que yo digo, no lo que yo hago”.

La oposición al trabajo de Rama

Meher Baba recalcó reiteradas veces que cada Avatar afronta una extremada oposición por parte del mundo. Podría pensarse que estar desterrado en el bosque durante catorce años sería suficiente oposición, pero el exilio de Rama fue solamente el comienzo de la oposición a su trabajo. El Avatar trabaja mediante la oposición, e invita sobre sí mismo a esta oposición para el avance de su trabajo. Durante varios viajes por India en la segunda década del siglo XX Meher Baba dijo:

“Quiero tocar los pies de cinco mil sadhus, y rogarles que me maltraten e insulten. ¡Los sadhus harán trizas mi ego divino y aplastarán mi Condición de Baba!” Luego narró antiguas historias sobre el Señor Ram y otras historias recientes sobre Upasni Maharaj: ambos fueron muy denigrados durante sus respectivos desplazamientos en India.15

La crucifixión del Avatar forma parte continuamente de su trabajo mientras él está en el cuerpo, porque debe luchar con las poderosas fuerzas del mundo que se oponen a Dios.

Ravana

Una gran oposición exige un gran oponente. Se oponían a Jesús los romanos, el sistema religioso judío, y Judas. El principal adversario de Rama era Ravana, quien se regodeaba con sus malas acciones. Todos los dioses, semidioses y buscadores de la verdad se quejaban porque Ravana les hacía la vida imposible. Por supuesto, en el Ramayana, a Ravana se lo describe, en términos míticos, como quien posee una nave espacial, avanzadas armas de guerra, veinte brazos y diez cabezas, y una fuerza sobrehumana. Todos temblaban aterrorizados ante él, quien se describía a sí mismo como “muerte a la muerte”.

Ravana vivió en “Lanka”, que probablemente sea la isla que se llamaba “Ceilán” y que ahora se llama “Sri Lanka”. Baba hizo este comentario al visitar Ceilán en 1940:

Espiritualmente, Ceilán es seco. Es seco interiormente. Externamente es húmedo. A Ceilán se le llama la tierra de Ravana. Parece una roca que no puede almacenar agua; el agua resbala al derramarse en la roca. Estos budistas dogmáticos son muy secos y carecen de sentimientos y emociones. India es la más espiritual, pero no el sur de India. Es muy espiritual hacia el norte desde Hyderabad.16

Brahma había concedido a Ravana una gracia: solamente un ser humano podría matarlo. Envalentonado por esta gracia, Ravana se regodeaba torturando a los dioses y a los sabios. Ravana era tan poderoso que suponía que ningún ser humano estaría a la altura de poder  matarlo.

Khara, hermano de Ravana, fue uno de los muchos demonios a los que Rama mató en el bosque. Ravana quiso vengarse creyendo que, raptando a Sita, cumpliría su objetivo. Ravana le pidió al demonio Marica que se disfrazara de ciervo dorado cerca de la ermita de Rama. Cuando Rama y Laksmana salieran de la ermita, entonces Ravana podría raptar a Sita. Aunque otro consejero advirtió a Ravana que no raptara a Sita, de todas maneras Ravana decidió seguir adelante con su plan. La tensión dramática del Ramayana se concentra en el rapto.

Ravana era un demonio fanfarrón y arrogante. Los dioses y semidioses, para no mencionar a los sadhus y sabios, se quejaban incesantemente porque a Ravana le encantaba aterrorizarlos. Le rogaron al Señor Vishnú que encarnara como ser humano, y el Señor Vishnú respondió a sus plegarias naciendo como Rama.

Aunque en casi todos los relatos los villanos son pura maldad, Ravana de hecho estaba cerca del final de su travesía espiritual. Ravana era “un rey devoto [sic] de su gurú. Un día le preguntó a su gurú [sic] si lograría en esta vida la liberación (mukti). Su gurú le dijo que no, a no ser que contara con determinada gracia. Ravana le preguntó cuál era esa gracia. El gurú le explicó que Ravana debería ser muerto a manos de Ram. Por consiguiente, Ravana tramó hacer enojar a Ram para pelear con él. Ravana raptó a Sita, la ocultó, y luego le mintió a Ram diciéndole que la había seducido, lo cual encolerizó tanto a Ram que peleó a muerte con Ravana y lo mató.”17

El Ramayana está lleno de simbolismos y describe a Ravana como capaz de cambiar de forma a su antojo, viajando en naves espaciales, luchando con misiles teledirigidos, y secando las aguas del océano. Ravana podía esquivar las cumbres de las montañas lanzadas contra él en medio de una batalla, y permanecía inmutable si los rayos lo alcanzaban. Ravana era un oponente formidable, y tan poderoso que requería que fuera el Avatar Mismo quien lo matara.

10. Lord Meher, 3329.

11. Bhau Kalchuri, Lord Meher, nota de página 2243.

12. Lord Meher,
nota de página 3142.

13. Lord Meher,
5739.

14. Citado en un artículo titulado “Follow Love”, por Elizabeth Patterson, incluido en Treasures from the Meher Baba Journals, editado por Jane Haynes (Myrtle Beach, Carolina del Sur: Sheriar Press, 1980), 7.

15. El material entre comillas es de Meher Baba. La última frase es de Bhau Kalchuri, Lord Meher, 664.

16. Lord Meher,
2646.

17. Bhau Kalchuri, Lord Meher, nota de página 2332.