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Jesús - La juventud de Jesús

Jesús - La juventud de Jesús

Jesús

Parte 1

“Yo soy Cristo, no hay duda de eso. Y cuando interrumpa mi silencio, todo el mundo llegará a saberlo”. Esta directa aseveración del Estado de Cristo de Meher Baba, que es una de muchas en tal sentido, la efectuó en 1956 en San Francisco, California.1 Fueron muchos los que, en Occidente, vieron naturalmente en Él a Cristo, que es el único Avatar con el que los occidentales están generalmente familiarizados. “Ellos [los occidentales] me consideran el Maestro Espiritual, parecido a Cristo en un ciento por ciento”.2

En India, un occidental “vio con asombrosa claridad a Baba como el Cristo…”3  Otra mujer contó una anécdota de cuando repentinamente se encontró en Londres con Meher Baba en la década del treinta: “Eran casi las diez de la mañana cuando yo estaba a punto de abrir el negocio y tuve una visión en el ‘estado de vigilia’. Se le apareció Cristo y ella se dijo: “¡Caramba, este es Cristo, y tiene lágrimas en sus ojos!”. La visión desapareció cuando ella alzó las manos hacia su cara, pero cuando se dio vuelta para mirar hacia la calle, alcanzó a ver a Meher Baba, a través de la vidriera, del otro lado de la acera”.4

Baba clarifica acerca de la Inmaculada Concepción y la Crucifixión

Aunque Jesús constituye el advenimiento del Avatar con el que el mundo occidental está más familiarizado, en realidad se conoce muy poco de su vida y sus enseñanzas. Nosotros tenemos la fortuna de que Jesús mismo, que ahora se llama Meher Baba, haya aclarado muchos aspectos de la vida de Jesús. Meher Baba describe una imagen de Jesús enteramente diferente de la figura grave y seria que frecuentemente surge de la tradición cristiana. El Jesús real poseía plenamente el humor del Avatar, era jovial en todo (salvo en lo atinente a Dios) y carismático, y un Maestro en el cabal sentido del vocablo.

La tradición cristiana es clara acerca del comienzo y del final de la vida de Jesús pero, con el encantador toquecito del humor propio del Avatar, sucede que la tradición se equivoca en ambos extremos de la historia. La tradición nos cuenta que María, la madre de Jesús, concibió por medio de un ángel (mediante la denominada “Inmaculada Concepción”) y que Jesús murió en la cruz, y dos días después resucitó de entre los muertos. Baba corrige estas dos cuestiones.

La Murshida Duce cuenta la siguiente anécdota:

Un interesante comentario al margen es el de Kitty [Davy]: Ella estaba leyéndole a Baba una parte del Nuevo Testamento, y él le preguntó: “¿La gente cree realmente que Jesús fue concebido de manera inmaculada?”. Kitty replicó: “Lo cree”. Baba le contestó: “Él fue concebido sin lujuria”. ¡Es probable que, en esta era de Kali Yuga, esto sería considerado un milagro aún mayor!”5

No debería sorprendernos que los creyentes simplemente adornaran el relato según lo transmitieron a lo largo de los siglos.

De hecho, la crucifixión misma también resultó ser un tema mitológico. Casi todos los historiadores creen que Jesús  murió en la cruz. Sin embargo, la tradición musulmana enseña que Jesús no murió en la cruz sino en India años después de la crucifixión. La tradición musulmana era correcta. Meher Baba aclara que Jesús no murió en la cruz y realmente viajó a India después de la crucifixión, y ahora está sepultado allí:

Acerca de Jesús hay un secreto que los cristianos no conocen. Jesús no murió cuando fue crucificado sino que entró en el estado de Nirvikalpa Samadhi (el estado de “Yo Soy Dios”, sin consciencia corporal). El tercer día volvió a ser consciente de su cuerpo y viajó hacia el Este, a India, haciéndolo en secreto y ocultándose (junto con algunos apóstoles). A esto se lo llamó la resurrección  de Jesús.

Después de llegar a India, viajó más hacia el Este, a Rangún, en Burma [anteriormente Birmania y actualmente Myanmar] y se quedó un tiempo ahí. Luego viajó hacia el Norte, a Cachemira, y se radicó allí. Cuando terminó su obra en la Tierra, abandonó su cuerpo y entró permanentemente en el Nirvikalpa Samadhi.

Estos hechos relacionados con los viajes de Jesús han sido confirmados por santos de la India. La humanidad pronto conocerá la verdadera vida de Jesús.6

En 1933 Baba mostró a algunos discípulos occidentales una colina situada en Harvan, al Noreste de Srinagar, en el Estado de Cachemira, en India, y les dijo: “Allá está el lugar en el que dos apóstoles de Cristo, Bartolomé y Tadeo, sepultaron su cuerpo; lo habían acompañado desde Palestina”7. Anteriormente, Baba se había recluido y había ayunado en esa mismísima colina.8

Bhau Kalchuri señala esto:

Todas las veces que, por sus propias razones, Meher Baba regresaba a Srinagar, iba a la aldea montañosa de Harvan, cerca de la zona en la que el cuerpo de Jesús fue sepultado en una cueva hace casi veinte siglos. Baba no mostró realmente la cueva a sus mándalis varones y mujeres porque, después de ver la zona, uno puede observar que probablemente la cueva hubiera sido tapada por deslaves y amontonamiento natural del terreno montañoso. Esta puede ser una cuestión controvertida sobre la que los historiadores cristianos discrepan; no obstante ello, el tema es legendario en India y el Tíbet.9

Las explicaciones de Baba en relación con el nacimiento, la crucifixión, la resurrección, y los viajes de Jesús a la India ofrecen por sí solas una descripción totalmente nueva de la vida y la misión de Jesús. Baba efectuó más comentarios y explicaciones sobre Jesús que sobre cualquier otro advenimiento. La razón de esto tal vez sea que la vida de Jesús exige que se la esclarezca biográficamente más que los demás advenimientos.

La juventud de Jesús

Jesús desciende directamente de Abraham.10 Cuando María estaba encinta de Jesús, José y María viajaron a Belén para cumplir el edicto romano de ser empadronados y censados.11 Y como no había lugar para ellos en la posada, María debió dar a luz a Jesús en un pesebre.12 El niño fue visitado en Belén por unos pastores a quienes un ángel les había dicho que Él estaba destinado a ser el Mesías13, y por tres magos de Oriente que fueron guiados por una estrella y que también sabían que el niño estaba destinado a ser el Mesías.14

El rey Herodes ordenó la matanza de todos los niños en Belén y sus alrededores porque quería asegurarse de haber matado al joven Mesías.15  José había sido advertido de la matanza por un ángel que se le apareció en un sueño, y él y María llevaron al niño a Egipto.16 Cuando Herodes murió, otro ángel se le apareció a José en un sueño y le dijo que regresara a Israel.17 José y María criaron al niño en Nazaret.

Poco es lo que se sabe de la juventud de Jesús. Según un relato, cuando tenía doce años de edad, visitó el templo de Jerusalén y asombró a sus mayores con su conocimiento y sabiduría.18 Históricamente, su juventud parece haberse perdido en todo aspecto.

El comienzo de la misión de Jesús

Cuando Jesús tenía unos veinte años fue “bautizado” por Juan el Bautista. Juan vivía en el desierto, estaba vestido con pelo de camello, y comía langostas y miel silvestre. Era famoso como profeta y bautizaba a la gente en el río Jordán. Predicaba que el Reino de Dios estaba cerca e instaba a sus seguidores a arrepentirse de sus pecados.  

Después de que Jesús fue bautizado, los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descendiendo sobre Él.19 Entonces una voz de los cielos dijo: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia.”20 Después de su bautismo, Jesús fue al desierto. Por otro lado, Juan terminó siendo arrestado, encarcelado y decapitado, presumiblemente por ser una amenaza para la estabilidad del orden social.

Después del ayuno de Jesús durante cuarenta días y cuarenta noches, vino el diablo a decirle que, si verdaderamente era hijo de Dios, ordenara a las piedras que se convirtieran en pan para satisfacer su hambre. Jesús contestó que “el hombre no vive sólo de pan”. Luego Satán llevó a Jesús al pináculo del templo sagrado y le dijo que saltara al vacío porque los ángeles lo rescatarían si era verdaderamente el Hijo de Dios. Jesús respondió que no se debía tentar a Dios. Entonces Satán llevó a Jesús a la cima de un monte y le mostró todos los reinos del mundo y le prometió que se los daría si Jesús lo adoraba. Jesús le dijo a Satán “vete” porque “a Dios adorarás y a Él solo servirás”. Entonces “el diablo lo dejó y los ángeles se pusieron a servir a Jesús”.21 

Poco tiempo después de su bautismo por Juan el Bautista y de las tentaciones en el desierto, Jesús empezó en Israel su labor, que duró aproximadamente tres años y terminó con su crucifixión a los 33 años de edad. Cualquier relato histórico exacto se ha perdido porque los Evangelios fueron escritos muchos años después de lo acontecido, sin proponerse ser relatos históricos exactos de lo sucedido. El hecho de que el moderno mundo cristiano se segmente en Iglesia Católica Romana, numerosas denominaciones protestantes, Iglesia Ortodoxa Oriental, pequeñas sectas e individuos que se consideran cristianos pero no participan activamente en una religión institucionalizada, muestra que no existe un claro consenso sobre el “significado” de la vida y la enseñanza de Jesús.

El Maestro itinerante

Jesús fue un maestro itinerante para su labor en Israel, careciendo de sede o base de operaciones. Vagaba de pueblo en pueblo, a veces realizando milagros y otras veces impartiendo instrucción espiritual. Hizo este comentario sobre este itinerante estilo de vida: “Los zorros tienen guaridas, y las aves del cielo nidos, mas el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza.”22 Atrajo hacia él a un núcleo de doce discípulos que vivieron y viajaron con él. Aunque indudablemente impartió a esos discípulos una intensa instrucción espiritual como Maestro de ellos, casi todas las conversaciones entre maestro y discípulos no quedaron registradas históricamente.

Cuando regresó a Nazaret, el pueblo donde se crió, lo trataron de mala manera. Aunque enseñaba que había venido para cumplir las escrituras, le asombraba la incredulidad de la gente. Según un relato, lo expulsaron de la ciudad con la intención de despeñarlo desde la cima de un monte.23 Jesús le recordó a la gente de Nazaret: “No hay profeta sin honra, salvo en su propia patria y en su casa.”24

Jesús realizó diversos milagros en varias circunstancias diferentes. Los milagros incluyeron: curar parálisis y enfermedades, dar la vista a los ciegos, resucitar a los muertos, dar el habla a los mudos, convertir el agua en vino, y caminar sobre las aguas. En una ocasión Jesús caminó sobre las aguas hacia los discípulos cuya barca era azotada por el viento. Pedro trató de andar sobre el agua hacia Jesús pero empezó a hundirse, y gritó: “¡Señor, sálvame!” De inmediato, Jesús extendió su mano, y lo tomó introduciéndolo en la barca.25

Los conflictos con los rabinos

A lo largo de su ministerio Jesús atacaba implacablemente lo instaurado por la religión judaica. No sólo quebrantaba frecuentemente las normas religiosas, como por ejemplo, curar a los enfermos en el día de reposo, sino que reiteradas veces ponía en ridículo a las autoridades religiosas. En una ocasión curó la mano seca de un hombre en día de reposo y dentro de una sinagoga. “Los fariseos salieron y se juntaron para tramar cómo podrían destruirlo.”26  En otra ocasión se dirigió así a los fariseos: “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas cuando sois malos?”27 Y en otra ocasión Jesús denunció a los escribas y fariseos como “hipócritas.”28

Jesús atacó en Jerusalén a los escribas diciéndoles: “Quienes devoran las casas de las viudas, y se amparan en largas oraciones: éstos recibirán mayor condena.”29 Cuando un fariseo le pidió a Jesús que comiese con él, y se extrañó de que no hubiese lavado su vaso y su plato antes de comer, Jesús replicó: “Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y maldad.”30 Cuando Jesús expulsó del templo a los mercaderes, acusó a los responsables de convertir el templo en una “cueva de ladrones.”31

No causa sorpresa que el establishment de los religiosos judíos, resentidos por los ataques de Jesús, quisieran tomar represalias contra él. Cuando Jesús estaba enseñando en la zona del templo de Jerusalén, “al mismo tiempo los jefes de los sacerdotes y los escribas procuraban echarle mano pero temían al pueblo…”32 Jesús sabía que su conducta ofendería a los sacerdotes y dijo a sus discípulos que sería “rechazado por los mayores, y por los jefes de los sacerdotes, y por los escribas.”35

Las enseñanzas de Jesús según los Evangelios

Las enseñanzas esenciales de Jesús que los Evangelios contienen son un tanto desconcertantes. Sus enseñanzas se concentran frecuentemente en Jesús mismo, a quien los cristianos deben aceptar como el Hijo de Dios. “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”34 También dijo a la multitud: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, jamás tendrá sed.”35 En la última cena con los discípulos antes de su crucifixión, dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”36

Frecuentemente Jesús no observó la letra de la ley judía, como por ejemplo al curar en el día de reposo e ignorar las restricciones alimentarias religiosas. Enseñó que los pensamientos, las palabras y las acciones son muchísimo más importantes que la dieta.37  No excluyó de su mensaje a los gentiles, y aceptó con agrado que las mujeres asistieran a sus sermones. No limitó sus enseñanzas a las sinagogas o a textos religiosos tradicionales; en cambio Él mismo era la autoridad espiritual dondequiera que iba.

Jesús le dijo a un hombre rico: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo: y ven y sígueme”.38 Cuando un fariseo le preguntó “¿Cuál es el mandamiento más grande?”, Jesús replicó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.39

Algunos habían esperado que Jesús encabezara un ejército contra los romanos o de alguna manera usara su poder para derrocar la cruel opresión de la ocupación romana. Aunque Jesús no tenía nada bueno que decir sobre los romanos, que eran crueles y paganos, optó por no aliarse con los zelotes que querían oponerse con la fuerza a los romanos. En cambio su consejo fue contrario a la represalia: “Oísteis que fue dicho ‘Ojo por ojo, y diente por diente’. Pero yo os digo: no resistáis al mal; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.”40

Jesús atacó implacablemente la hipocresía y la impostura espiritual. En relación con la oración, Él enseñó esto: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”41

Jesús aconsejó una total entrega a Dios en medio de la vida, incluso volcando en Dios las propias preocupaciones: “¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir un codo a su estatura? ¿Y por qué os afanáis por el vestido? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero yo os digo, que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”.42

Aunque la cultura judía hacía hincapié en una vigorosa vida familiar, Jesús no se casó ni se concentró en su propia familia. Por el contrario, modificó la definición de familia incluyendo un más amplio significado de la “familia”, la cual consistía en quienes le seguían. Jesús enfatizaba la compasión, el perdón y el servicio a los oprimidos como más importantes que los ritos, las ceremonias y las formalidades jurídicas.

1. Lord Meher, 5073.

2. Meher Baba como se lo cita en Lord Meher, 4205.

3. Lord Meher, 4498.

4. Fred Marks, “Love for the Sake of Love Awaits Neither Sign Nor Signal”, The Awakener, editado por Filis Frederick, Tomo XIX, Nº 1 (1980), 41.

5. How a Master Works, 457.

6. Lord Meher,
752. El editor de Lord Meher incluyó la siguiente nota con el pasaje citado: “En la India y en el Tíbet, el legendario nombre de Jesús es Isa Asaf. También en el Corán (pasaje 4:157) se registra que Jesús no murió en la cruz. El autor puede remitirse al erudito trabajo de Al-Haj Khwaja Nazir Ahmed, titulado JESUS IN HEAVEN ON EARTH, publicado en Paquistán”, Otra fuente que documenta la vida de Jesús después de la crucifixión es la de Holger Kersten, Jesus Lived in India (Rockport, Massachusetts, U.S.: Element Books, Incorporated, 1994).

7. Lord  Meher, 1770.

8. Lord  Meher
, 1187-98.

9. Lord  Meher
, nota de página 2974.

10. Mateo 1:1,17. Como ya se hizo mención, todas las referencias a la Sagrada Biblia de los Cristianos son las de la versión de King James.

11. Lucas 2: 1-5.

12. Lucas 2: 6-7.

13. Lucas 2: 8-20.

14. Mateo 2: 1-11.

15. Mateo 2: 16-18.

16. Mateo 2: 13-15.

17. Mateo 2: 19-23.

18. Lucas 2: 41-52.

19. Mateo 3: 16.

20. Mateo 3: 17.

21. El resumen de las tentaciones fue tomado de Mateo 4: 1-11.

22. Lucas 9: 58.

23. Lucas 4: 28-29.

24. Mateo, 13:57.

25. Mateo 14: 22-33. En Meherazad, Meher Baba tenía en su dormitorio un cuadro con este episodio de la vida de Jesús.

26. Mateo 12: 14.

27. Mateo 12: 34.

28. Mateo 23: 13.

29. Marcos 12: 40.

30. Lucas 11: 39.

31. Lucas 19: 46.

32. Lucas 20:19.

33. Marcos: 8: 31.

34. Mateo 10: 39.

35. Juan 6: 35.

36. Juan 14: 6.

37. Marcos 7: 15-23.

38. Mateo 19: 21.

39. Mateo 22: 37-39.

40. Mateo 5: 38-39.

41. Mateo 6: 5-6.

42. Mateo 6: 27-29.