Todo lo que pido de ustedes es que Me amen más y Me obedezcan todo el tiempo. Sabiendo que es imposible obedecerme como deberían, Yo los ayudo a cumplir con todo el corazón lo que les pedí que hicieran, recordándoles repetidamente la importancia de la obediencia.
Cuando ustedes hacen lo que el Maestro dice, la responsabilidad recae sobre Él, a quien ustedes obedecen, incluso cuando lo obedecen involuntariamente.
Pueden dejar sus mentes a Mi cuidado recordándome o repitiendo Mi Nombre silenciosamente tan seguido como puedan.
Quiero que se mantengan imperturbables y firmes ante la fuerza de las corrientes de la vida, pues cualesquiera que fueran las circunstancias, ellas también serán de Mi propia creación.