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El misterio de la creación

El misterio de la creación

El misterio de la creación

Dios es el Creador, Preservador y Destructor del Universo que emana de Él, y Él lo sostiene en su propio ser y también lo reabsorbe en Sí Mismo. Sólo Dios es real, y el universo está en el campo de la ilusión, aunque sea la manifestación de Dios mismo.

El mundo, o la Creación, emana del ser eterno e infinito de Dios a través del punto de Creación, el cual se denomina ‘Om’. Nadie puede alcanzar la paz duradera a menos que tome contacto con este punto Om y lo trascienda. Por lo tanto, a menudo descubrimos que el símbolo sagrado Om aparece yuxtapuesto con la palabra ‘Shantih’, que significa paz.

La semejanza fonética que existe entre Om, Amin y Amén sugiere muchas cosas. Las palabras sagradas Amin y Amén son frecuentes al final de las plegarias musulmanas y cristianas. Ambas significan ‘Así sea’. Cuando proviene de un hombre, ‘Así sea’ es una bendición o un deseo; pero cuando proviene de Dios, es Creación. La Creación es el Amin o Amén de Dios, o sea, la realización instantánea de su voluntad en la realidad. La palabra árabe Amin deriva de la raíz Omn, que significa seguridad o paz, de manera que Amin puede considerarse equivalente o, por lo menos, análoga a Om, que también se asocia con la paz.

Todas las plegarias de diferentes religiones, como por ejemplo, el hinduismo, el islamismo y el cristianismo, tienen al Creador como punto de referencia. La Creación es el máximo misterio que todas las criaturas enfrentan, incluidos los seres humanos. Este misterio no puede ser desentrañado ni realizado a menos y hasta que el hombre se una conscientemente con el Creador y se realice como uno con Dios, quien es, a la vez, el Creador y la Creación unidos, incluyendo y trascendiendo al mismo tiempo a ambos en su ser infinito.