El don de la comprensión es más precioso que cualquier otro atributo del amor, ya sea que se lo exprese con servicio o con sacrificio. El amor puede ser ciego, egoísta, codicioso o ignorante, pero el amor con comprensión no puede ser ninguna de estas cosas. Es el fruto divino del Amor Puro, el fruto o la flor menos frecuente del universo. Se la ha llamado “la flor más dulce del mundo”. La vejez no puede marchitarla. Es más bella a medida que se despoja de su ropaje exterior, poniendo de manifiesto su belleza interior, que es invisible.
— Bhau Kalchuri, Lord Meher VII.