El 4 de mayo de 1937, antes del desayuno, Malcolm Schloss preguntó a Baba cuál era la diferencia entre destino y suerte o azar, y Baba deletreó la siguiente respuesta:

Destino es la ley o voluntad divina que nos guía a través de nuestras numerosas existencias. Cada alma debe experimentar felicidad o infelicidad, y virtudes o vicios, desde el comienzo mismo de su evolución hasta la meta que es la Realización de Dios.

La suerte se basa en el karma, en la ley de causa y efecto, que gobierna los acontecimientos de nuestra vida actual, y también los de nuestras vidas futuras. Mientras va evolucionando, el alma recibe, por medio del espíritu, las impresiones o sanskaras. Los procesos que crean las experiencias y, posteriormente, la eliminación de estas impresiones, puede llamarse suerte, fortuna o azar.

El destino, o la meta que las almas tienen que alcanzar, es la Realización de Dios; pero, en realidad, la suerte es diferente para cada individuo. Si pueden imaginar esto, podemos comparar al destino con una carga de setecientas toneladas de felicidad e infelicidad, y de vicios o virtudes, que cada alma tiene que transportar a lo largo de toda su existencia. Un alma transporta setecientas toneladas de hierro, otra alma transporta el mismo peso en acero, y otras, plomo u oro. El peso es siempre el mismo, lo único que cambia es la clase de material. Las impresiones de cada individuo varían, y los sanskaras adquiridos forman la estructura y la condición de la vida futura de cada individuo. De ahí que el destino es uno solo, pero la suerte es variada y diferente para cada uno.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher VI.