Esta vida y esta existencia en el mundo son como un juego de naipes hasta realizar a Dios.

Cuando jugamos a los naipes nos sentimos contentos o decepcionados, dependiendo de que ganemos o perdamos en el juego. Ustedes se ponen tan nerviosos y se enfrascan tanto en el juego que se olvidan de todo lo demás. Pero una vez que vuelven a atender sus obligaciones en el mundo, se olvidan del juego de naipes y de todos sus placeres, decepciones, preocupaciones y ansiedades.

Algo parecido ocurre con los Seres Realizados. La vida misma y la existencia en el mundo es para ellos tan sólo un juego de naipes. El éxito y el fracaso en el mundo, la felicidad y la aflicción no duran más ni son más importantes que las emociones que ustedes experimentan cuando juegan a los naipes.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher III.